Locura antes de un beso

Como haré para olvidarme de él, como haré para sacármelo de la cabeza, de mi cabezota de tonta. Por qué tuve que conocerlo. Por qué le miré a los ojos si quiera una vez. ¡Ay! Qué tonta soy, él solo conseguirá lastimarme. Él todavía piensa solo en ella. Ay, no la soporto, que mujer tan uffff. No puedo dejar de verlo. ¿Qué haré? Se me acaban las fuerzas. No se que haré. Yo no tengo nada para ofrecerle. Seguro que si me marcho no le costará olvidarme. ¡Ay no! Que horrible sería eso. ¿Qué es lo que me pasa? ¿Acaso me enamoré?


¡Ay no puede ser! No, él no me conviene para nada.

¡Qué lindos ojos tiene! ¡Y que sonrisa! ¡Que manera tan dulce de mirarme! Como me gusta que me mire de esa forma, tan dulce, tan dulce. ¡¿Pero que hace?! Me cogió la mano, ay no, esto no me está gustando. ¡No! si que me gusta pero es muy rápido. Demasiado rápido. ¡Oh...! Me acarició la mejilla. ¿Qué le pasó? ¿Se volvió loco? ¡Ay no! ¿Qué hago? Se acerca. Esa forma de moverse. Estamos solos. ¡Estamos solos! ¡¿Dónde está todo el mundo?! ¿Dónde demonios se metió todo el mundo? No puede ser, se me saldrá el corazón si se acerca solo un poco más. Ay señor, esos ojos. Que lindos ojos. Su... no puede ser... yo... vaya...