Yo vivo en el norte. Una tierra donde, como cantaba Fiorella Mannoia, el cielo es siempre gris. Y tal vez hoy mas que nunca, parece como si ese cielo hubiera cedido sobre nuestras cabezas para instalarse a ras de suelo. Como si una densa neblina cruzara la península, de norte a sur y de este a oeste, inundandolo todo con su aire melancólico de un pasado mejor. Todo se desmorona. Mientras, aplaudimos atónitos al espectáculo. Una vida que pasa y q no nos da tiempo de vivir. Hoy todo nos parece mucho mas gris que ayer. No nos falta razón.
Pero es ahora, justamente ahora, cuando necesitamos creer. Despertar de nuestro letargo invernal. Pensar que, tal vez, no éramos mas felices por tener el ultimo modelo de Ferrari, viviendo en otra ciudad con otras personan a nuestro lado o ganando mas pasta. Hacer reset, y volver a creer en los pequeños detalles, un beso, una caricia, una promesa, esos detalles que nos hacen la vida mucho mas agradable...y que nadie nos podrá arrebatar jamas.
Yo no estoy dispuesto a vivir así, no me gusta el gris, así que de vez en cuando me gusta salir por Amsterdam y admirar como millones de bicicletas ponen un poco de color al panorama gris, inundando las calles a golpe de pedal. Viajar buscando los colores del sol hacia el sur, y con ellos esa sensación que me hace sentir vivo y colorado.
¡Sigamonos enamorando!
No comments:
Post a Comment